Ya lo he comentado en varias ocasiones y no me cansaré de reiterarlo: Melilla, nuestra ciudad, ofrece un marco inigualable e incluso envidiable para disfrutar, entre otras muchas cosas, de la Pasión y por extensión, de las procesiones extraordinarias -muchas de ellas se celebrarán en los próximos años-. La Plaza Comandante Benítez ha sido paso de una de las Cofradías del extrarradio, la de “Batería J”. Flagelación, hacía suya la plaza, como continuación de la Carrera Oficial para despedirse del centro y volver al barrio, sin embargo, este último año el recorrido de regreso ha tenido que modificarse por la densa arboleda plantada en la calle García Cabrelles. Me consta que la corporación pidió que se recortaran o podaran los árboles para poder discurrir por ella, pero al parecer, la contestación de la entidad responsable indicaba que era inviable. Al parecer, éstos se plantaron y concibieron para aportar sombra a los viandantes.

En este punto considero necesario advertir que posiblemente la especie plantada “Braquiquito” (Brachychiton populneus) no ha sido la más adecuada, pues oculta por completo las fachadas modernistas de los edificios de la zona. Así las cosas, la elección de este árbol ha conseguido que perdamos la vistosidad y plasticidad del discurrir de una Cofradía y la apreciación de las fachadas modernistas.

J. Pedro Pomares.