Sonó Flagelación. Y sonó como se esperaba.
Diecisiete años, a meses para la mayoría de edad y con algún disgusto que otro por el camino – designios de Dios que fortalecen el aprendizaje – sonó Flagelación en la conciencia, en el alma, en el corazón; y ante el clamor de un Kursaal abarrotado, supo la formación mantener el tipo y demostrar que los cimientos de aquel 2005, están bien fraguados.
Eligió la dirección musical un repertorio nada fácil, composiciones nuevas, de estreno y poco escuchadas en nuestra ciudad, pero lo defendió de manera magistral en un espectáculo guiado por Rocío Ronda, la joven de la Hermandad.
En algo más de cuarenta minutos, los papeles de Pacheco, Quero, Font, Perea o Blanco guiaban los sentimientos de quienes colaboraron con la benéfica causa, como queriendo homenajear a los que se siguen sintiendo pero ya no están, como escribiera Andrés Martín días atrás. “Llamando al Cielo” del malagueño Quero abría el telón para continuar con el repertorio en el que -es necesario advertir- si se quiso tirar de historia, faltaron las dos del melillense Bellido.
Los guarismos no eran fáciles empero hubiera sido buen momento para recordar la labor de Fray Jesús Cortejosa, “Pepito”, Atencia, Ortega, Aranda, los Ramos o Núñez, entre otros – todavía queda algo de tiempo para sacudirse el ardor -.
Volviendo a la música, tiene la de Batería J entre sus composiciones dos guiones de Rubio Salom dedicadas expresamente a sus Sagrados Titulares y que desde hace veinte años no se han vuelto a escuchar:
[… Estas dos marchas se estrenaron el día 8 de junio del año 2002, con motivo de los actos del LX Aniversario de la cofradía, a cargo de la Banda de Música “Ciudad de Melilla” dirigida por D. Roberto Cremades…] Breve reseña histórica.
Le pasará lo mismo al Himno, único dedicado en Melilla al aniversario de una dolorosa, la del Mayor Dolor.
La lección, destacando la nota sobresaliente de la formación musical, debería volver a poner sobre la mesa de las agrupadas el traslado, de una vez por todas, del pregón al Kursaal.
