La investigación realizada por Juan Carlos Rodríguez Serrano y Francisco Millán Yáñez, sobre la Virgen de Belén, concluye que los restos de la imagen fueron quemados en la hoguera de San Juan del año 1996.
Investigación paralela.
Al tiempo que los investigadores almanseños iban descubriendo datos sobre el destino de la Virgen de Belén, Patrona de Almansa, J. Pedro Pomares de Melilla Cofrade se esforzaba en averiguar a qué imagen pertenecía la saya que su familia custodiaba desde hacía varias décadas.
Contexto
A finales de julio de 1920, una serie de desgraciados acontecimientos había desembocado en el llamado desastre de Annual, en el que más de 12.000 soldados españoles habían muerto. La conmoción por tales hechos sacudió a la sociedad española. En Almansa se formó una comisión formada por miembros de las sociedades y partidos obreros que se ocuparía de organizar una manifestación de protesta el 4 de septiembre de ese mismo año.
Nada menos que 180 almanseños de las quintas de los años 1918 a 1920 se encontraban en las cercanías de Melilla. Sus madres y novias, operarias la mayoría de la fábrica de calzados de Hijos de Francisco Coloma, formaron una comisión de obreras que, junto al párroco de la Iglesia de la Asunción, Don Eloy Villena, acordaron pedir por el pueblo para comprar una imagen de la Virgen de Belén y enviarla a estas tierras.
La comisión de obreras almanseñas decidió enviar la imagen adquirida en Valencia al escultor e imaginero Enrique Bellido a la Iglesia de Santiago el Mayor de Nador. Ellas bordaron el manto y vistieron la imagen. La prensa nacional se hace eco de la iniciativa de las almanseñas, y lo recoge en varios artículos y listados de donantes en octubre de 1921, como «las obreras del calzado de Almansa por suscripción, una imagen de nuestra señora de Belén» (La Época).
Dicha imagen es bendecida en la Iglesia de la Asunción y tras este acto religioso llevada en procesión por ellas mismas en andas, hasta la estación de ferrocarriles, donde sería embalada y enviada a Melilla.

El día 21 de Diciembre de 1921 la Iglesia de Santiago el Mayor fue bendecida por el Obispo de Fessea y fue colocada en sitio preferente del Altar Mayor la imagen de la Virgen de Belén que las almanseñas habían enviado meses atrás.
Desenlace
La investigación de Juan Carlos Rodríguez Serrano y Francisco Millán Yáñez continúa hasta que consiguieron averiguar que la imagen de la patrona terminó hecha cenizas. La imagen de la Virgen de Belén que viajó a Marruecos en el peor momento de su historia reciente fue quemada en una hoguera de San Juan en el año 1996, así lo confirmaron los investigadores Juan Carlos Rodríguez y Francisco Millán, quienes tras más de dos años de arduo trabajo han conseguido descifrar el ígneo destino de la imagen.

«Parte de la imagen (ropajes), al ser realizada por mujeres trabajadoras a principio de siglo, no tenía una gran calidad. La carcoma, un problema habitual en Marruecos, dejó podrida la estructura de la obra, por lo que fue retirada del altar en los años 50 para ser desmontada, solo se guardó de ella la cabeza, las manos y el niño», narra el investigador. Recordamos que la talla de madera fue comprada por esta agrupación de mujeres en Valencia.
Por varias décadas, la imagen de la patrona almanseña (o lo que quedaba de ella) se mantuvo almacenada en la propia iglesia de Nador. Tras este largo periodo, la imagen quedó en un estado «irrecuperable» según las fuentes consultadas por los investigadores locales. «El cura franciscano de la iglesia de Nador viajó durante un tiempo a Madrid para asistir a un seminario y su sustituto decidió que era buena idea hacer una limpieza a fondo del templo. Es aquí cuando deciden quemar todos los objetos inservibles en una hoguera de San Juan en el año 1996», explica Millán y añade: «Ese fue el final de la Virgen de Belén enviada a Marruecos».
Fuente: http://www.latintadealmansa.com
En Melilla, como decíamos al principio, Pomares seguía centrado en encontrar la imagen que aquella saya vistiera, sin referencias certeras sobre su procedencia y con tan sólo un detalle determinante: un ojal situado en la parte central del diseño indicaba que éste servía para colocar delante de la virgen, entre sus manos, al niño Jesús.
Consultando a varias fuentes sobre la calidad del tejido, los bordados, apliques, etcétera, se fue acotando la búsqueda, centrada en una imagen de cierta altura, de vestir, de carácter glorioso y mostrando al niño en sus manos.

Dado que en Melilla no existe efigie de características similares a las que refieren los elementos, J. Pedro Pomares traza una hipótesis sobre la pieza textil: casi con total seguridad pertenecía a la réplica de la Patrona de Almansa, la Virgen de Belén, que recibió culto en la Iglesia de Santiago el Mayor en Nador.